Paso 1
Aplicar la base adecuada al tono de
nuestra piel con una esponja de latex o una brocha, difuminándola por todo el
rostro, de tal forma que no queden marcas.
Paso 2
Aplicar corrector en la zona de las
ojeras con la yema de los dedos en forma de toquecitos, difuminar poco a poco, de tal manera que no se vea un cambio de color muy marcado entre la base y el
corrector.
Paso 3
Con una brocha grande, aplicar polvo por
todo nuestro rostro, con la finalidad de matificar, fijar la base y los
correctores.
Paso 4
Riza tus pestañas y aplica dos capas de
máscara.
Paso 5
Aplica sobre tus mejillas un poco de
blush.
Paso 6
Por último humecta o da brillo a tus labios.
¡Listo! Ahora ya no tienes excusa para no
maquillarte por las mañanas.
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